- “Nadie está preparado para dejar una vida atrás. Es muy duro dejar todo sin poder decir adiós”, confiesa la judoca.
- “Sueño con representar a España y ser medallista olímpica. Es mi forma de agradecer todo lo que están haciendo”, señalaba Dayle Ojeda.
Dayle Ojeda ya está a salvo. Después de unas semanas sin noticias sobre su paradero desde la última vez que la han visto en la concentración de los Juegos Olímpicos, la judoca cubana comienza una nueva vida en España. La deportista dialoga con el periodista Matías Sartori, responsable de prensa de la Federación Valenciana de Judo y de Media Sport Press Agency, y habla de su decisión, su odisea y su sueño de representar a España en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Los Juegos Olímpicos suponen, para casi todos, una oportunidad para demostrar el nivel de cada atleta en el mayor acontecimiento deportivo. La cita olímpica significa la fiesta multidisciplinar que reúne a diferentes países y diferentes culturas. Y dónde el esfuerzo, la constancia y el trabajo de los últimos cuatro años se ponen en valor en cada competición.
París 2024 nos ha dejado historias de superación y muchas enseñanzas bajo la sombra de muchos deportistas. Sin embargo, existen historias que se desarrollaron detrás del telón del mayor escenario deportivo. Y que, aunque no destacan logros deportivos, retratan historias de vida. Este es el ejemplo de Dayle Ojeda, la judoca que se ha fugado de París. Esta es su historia.
Ojeda aterrizaba en París unos días antes de la celebración de los Juegos Olímpicos, participando en los entrenamientos de Idalys Ortiz, la judoca referente en su tierra que compite en la categoría de +78 kg. Sin embargo, al no competir en París 2024, la judoca habanera de 30 años tenía que regresar a su país antes de que la cita olímpica empezase. Pero Dayle no cogió el avión de regreso. Tras dos semanas sin novedades de ella, finalmente, ya encontró su nuevo destino: Valencia, España. Esta es su historia.
La situación social y política de Cuba ha forzado a varios deportistas, en los últimos años, a abandonar su hogar y buscar un futuro mejor. Tras unos Juegos en los que los cubanos nacionalizados españoles, el boxeador Emanuel Reyes Pla y el atleta Jason Díaz, lograran sendas medallas para la delegación nacional, la judoca cubana confirma su sueño de crecer como persona y como deportista en el país donde sus compatriotas triunfaron.
“Me encuentro bien, ahora ya más tranquila y segura con ganas de comenzar una nueva vida”, confiesa tras unas semanas de incertidumbre. De huir en París 2024 a soñar con ganar una medalla con España en Los Ángeles 2028. Dayle Ojeda vuelve a sonreír y se entrena en el Valencia Training Camp, el campus que reúne a cientos de judocas internacionales en la capital del Turia cada verano. Así narra su historia.
¿Cómo fueron tus últimos días en París antes de viajar?
Fueron unos días muy difíciles la verdad, mi última semana fue demasiado fuerte. He vivido días sufriendo ansiedad, sintiendo muchísimo miedo, pensando todo el tiempo en lo que es correcto y lo que es mejor para mí y mi familia. Es duro tener que tomar decisiones como éstas, pero convencida de que hice lo mejor.
¿Qué significa tomar esta decisión?
Fue difícil tomar la decisión ya que nadie está preparado para dejar atrás su vida. Es duro dejar a mi familia, amigos, pareja y, sobre todo, el lugar donde uno nace sin poder decir adiós. Ni siquiera a mis compañeros. Pero, insisto, fue lo mejor y no me arrepiento porque fue la mejor decisión. Estoy segura de ello.
¿Cómo fue tu salida del equipo que estaba preparando los Juegos Olímpico en París?
Pues me separé del grupo y salí casi corriendo. Caminé y caminé muy nerviosa, hice algunas llamadas hasta que encontré a alguien que me ayudó y me orientó para sacar un ticket de autobús. El billete más económico de París hasta Barcelona, donde me quedé unos días, ya que mi destino sabía que era Valencia. Mis deseos y mis objetivos eran claros y el nivel de judo de Valencia es muy alto. Me hablaron muy bien del Centro de Alto Rendimiento de Judo de Valencia, y sabía que era probable que me ayudaran como hicieron con el equipo ucraniano en un momento crítico e importante. También allí conozco a Ayumi Leiva, mi compañera de equipo de la selección nacional de Cuba y amiga. Sabía que también me darían su apoyo incondicional, con lo estoy eternamente agradecida.
¿Cómo era tu rol en París?
Mi objetivo en París siempre fue apoyar a mi compañera Idalis Ortiz, quien era la que participaría en los juegos Olímpicos en la categoría +78kg. Ella es multimedallista olímpica y mundial, nunca dudé en brindarle mi apoyo hasta el último día de su preparación. Fue algo recíproco, por eso estuve en París y esperé hasta el final para irme a España y poder desarrollarme como atleta y tener la oportunidad que jamás tuve en Cuba. Siento que soy capaz de ganarme con mis esfuerzos esta oportunidad y siento que nadie me puede quitar ese derecho.
¿Por qué has elegido España para buscar asilo político?
España está lejos de Cuba, pero siento que tiene muchas cosas que me hacen sentir cerca como el idioma o la cultura. Me siento muy bien en España, es como un sueño cumplido. Creo que otro país europeo puede ser muy diferente. Aun no sé qué pasos tomar para pedir el asilo político ya que vine en autobús. Si hubiera llegado en avión sería totalmente distinto, pero no me rindo. Todo se puede con el apoyo de los entrenadores y la federación. Intentaré ir a la policía y pedir información a la Cruz Roja. La gente que conozco me está apoyando en este proceso.
¿Qué tiene de especial Valencia?
Valencia tiene un Centro de Alto Rendimiento que es conocido en todo el mundo, además de unos excelentes entrenadores españoles. Hay siempre equipos de selecciones nacionales de otros países que viene a entrenar aquí y esto es importante para el judo y para el deporte en general. Por mis características físicas y fisiológicas no es fácil encontrar un lugar para entrenar duro y que tenga las características adecuadas para llegar al máximo nivel.
¿Cuáles fueron los principales motivos que te impulsaron a dejar tu país?
Son muchísimos los motivos, pero las ganas de poder mejorar como atleta y poder sentir que puedes crecer sin que te detengan o te digan que no puedes, fueron algunos de esos motivos. Tengo ganas de sentir que tu trabajo y tu esfuerzo son valorado. Mis deseos de superación personal y profesional fueron los que me impulsaron, además de mi madre, que es mi mayor motor, y me apoyó mucho.
¿Qué sentimientos pasaron por tu cabeza para tomar esta decisión?
Realmente, fueron muchos sentimientos encontrados. Es una mezcla de todos esos sentimientos. Por un lado, estoy triste. Pero quizás el día de mañana sienta felicidad o satisfacción al saber que he dado un paso importante para mi vida y que puede ayudar a la familia, a cumplir un sueño o lograr un propósito en mi carrera deportiva. Tengo algo de remordimientos, aunque tengo mi conciencia tranquila. Me sentí algo insegura porque sentía miedo de que algo no fuera a salir como pensaba en ese momento. He tenido muchos sentimientos, pero ahora me siento en paz y con tranquilidad.
¿Qué familiares has tenido que dejar atrás?
Mi madre, que es lo más importante, mi sobrino y mis hermanos que son mi vida.
Imagino que no habrá sido una decisión fácil, pero ¿cómo es la situación en Cuba que obliga a personas como tú a tomar este tipo de decisiones buscando un futuro mejor?
Creo que cualquiera persona puede imaginar cómo se siente dejar a tu familia si hace una pequeña reflexión. Dejar a tu familia, a tus amigos, a tu ciudad, tu vida y cambiar a un mundo nuevo, que no sabes que te vas a encontrar, es difícil. En el caso de los cubanos tenemos una dificultad añadida. El saber que no puedes volver y no puedes ver a tu familia por un largo tiempo se hace aún más difícil. Aun así, son muchos los que toman está difícil decisión. En mi caso personal, es cuestión de superación y oportunidades.
La situación en Cuba es difícil, nosotros tenemos que buscar una forma de mejorar. En otro momento, muchos españoles fueron a Cuba a realizar sus proyectos porque en España era difícil todo. Ahora nos pasa a nosotros. Podía haber ido a Estados Unidos donde tengo familia, o también en Francia. Pero creo que la elección de España es la mejor para mi objetivo deportivo y para sentirme socialmente integrada. Espero y deseo realmente que me concedan el asilo y demostrar pronto tengo el nivel deportivo necesario para representar a España con orgullo, ya que me está dando la oportunidad de mi vida
¿Cuáles son tus metas o sueños?
Mi sueño no está lejos del sueño de ningún atleta. Siempre aspiramos a ser mejor cada día. Quiero poder representar a España y obtener medallas en eventos internacionales. Mi sueño es participar y ser medallista mundial y olímpica. Ese es mi sueño. Ahora es una meta. De esta forma podré agradecer de alguna manera a España y a los entrenadores que me están dando la oportunidad.