València se prepara para acoger la Copa Mundial de sófbol femenino

La XVII Copa Mundial de sófbol femenino llega a València del 18 al 22 de julio con la participación de España, China, Cuba, Países Bajos, Puerto Rico y Sudáfrica. La capital del Turia será una de las tres sedes, junto a Irlanda e Italia, y volverá a convertirse en el epicentro del deporte internacional acogiendo, por primera vez en España, una cita mundialista de sóftbol femenino. 

La Copa Mundial de Sófbol aterriza en València.  El campo municipal de béisbol y sófbol del Río Turia se convertirá, del 18 al 22 de julio, en el escenario de uno de los mayores eventos deportivos del año. Se trata de la máxima competición internacional organizada por la Confederación Mundial de Béisbol y Sófbol (WBSC) que concedió la organización de este evento internacional a la RFEBS (Real Federación Española de Béisbol y Sófbol) en colaboración con la FBSFACV (Federación de Béisbol, Sófbol y Fútbol Americano de la Comunidad Valenciana. 

6 equipos, 19 partidos, 150 participantes. València será sede de la primera fase del WSWC del Grupo B, en la que participarán 6 selecciones nacionales: China, Cuba, Países Bajos, Puerto Rico, South África y España se enfrentarán en el campo municipal de béisbol y sófbol del Río Turia. Será la 17º edición de la Copa del Mundo de sófbol femenino, una competición internacional que comienza su trayectoria en 1965 y que se presenta, por primera vez, en territorio nacional. España hará su estreno como organizador de un Mundial Absoluto de esta disciplina.

Valencia estrena nuevo formato de competición

Esta Copa Mundial será el primer evento que se celebrará bajo un nuevo sistema de competición. Los equipos disputarán la Fase de Grupos en Europa del 11 al 26 de julio en Fingal-Dublín, Irlanda (Grupo A); Valencia, España (Grupo B); y Castions di Strada y Buttrio, Italia (Grupo C). Las finales se llevarán a cabo en Italia en el verano de 2024. Bajo el nuevo formato de dos etapas, las Copas del Mundo se juegan durante dos años consecutivos, con la Fase de Grupos en el primer año y las Finales al año siguiente.

18 selecciones nacionales competirán en la Fase de Grupos repartidos en tres grupos y disputarán un total de 57 partidos, entre todos los equipos. Los dos mejores equipos de cada grupo clasificarán a las finales y, en esta etapa inicial, cada grupo comenzará con un solo round robin. Los cuatro mejores equipos del round robin avanzarán a los play-offs donde los dos mejores equipos se enfrentarán por un lugar a las Finales en juego. El perdedor del primer partido de desempate jugará contra el tercero contra el cuarto ganador por el segundo lugar en las Finales.

Una cita mundialista con las grandes figuras del sófbol mundial 

La ciudad de València acogerá en su estadio del cauce del Río Turia a figuras referentes del sófbol como Maidelys Reyes, de Cuba; Britt Vonk, de Países Bajos o Aleshia Ocasio, de Puerto Rico. Además, los aficionados podrán disfrutar de las mayores referentes internacionales de nuestro país como Candela García, Anna Sobrino, Bea Alonso, Meritxell Blesa y Yulan Denia.

València, capital del sófbol mundial

La ciudad de Valencia será el epicentro mundial del mayor evento deportivo internacional del sófbol después de los Juegos Olímpicos. La capital del Turia, nuevamente, se convertirá en la capital del deporte mundial acogiendo un auténtico acontecimiento deportivo. 

Raúl Rosell: “El deporte valenciano se prepara para el gran salto del béisbol y el sófbol”

La Federación de Béisbol, Sófbol y Fútbol Americano de la Comunidad Valenciana comienza su nuevo ciclo para continuar impulsando a sus disciplinas a nivel nacional y consolidarse como uno de los deportes valencianos en expansión. La llegada de nuevos jugadores pone en evidencia la necesidad de su falta de espacio en un año en el que los eventos deportivos volverán a posicionar a la ciudad como epicentro deportivo internacional. El nuevo presidente de la FBSCV, Raúl Rosell, nos lo cuenta en esta entrevista.

Se sienta en las gradas al tiempo que los saludan los jugadores de los diferentes clubes que entrenan, apretados, en el campo de béisbol. Contempla el lanzamiento ejecutado por un joven pitcher con acento latino. El tiro desemboca en un bateo sutil de un corpulento bateador que, por precaución, evita que la bola aterrice en una zona que, en lugar de contar con jardineros pendientes de capturarla, se encuentra un grupo de niños finalizando sus entrenamientos de sófbol. Habrá que esperar media hora para repetir la acción y contemplar el fuerte bateo, en su máxima expresión, cuando la zona esté despejada priorizando siempre la seguridad de quienes entrenan y conviven cada tarde. La llegada de nuevos jugadores hace que las dimensiones del espacio sean más limitadas. De momento, no hay menos espacio, hay más equipos. Bendito problema.

Raúl Rosell, nuevo presidente de la Federación de Béisbol, Sófbol y Fútbol Americano de la Comunidad Valenciana, aplaude con entusiasmo y resopla en su interior. En sus manos, tiene el apasionante y dificultoso deber de gestionar ‘su’ deporte como presidente. Con el entusiasmo que posee, en su libreta dibuja una especie de tetris en el que combina equipos, categorías y horarios. O, mejor dicho, un sudoku incompleto donde tiene más números que recuadros.

Se acaricia la barba mientras encuentra los huecos para distribuir entrenamientos y competiciones de los equipos valencianos, las ligas provinciales y nacionales, y los stage de clubes extranjeros que eligen nuestra ciudad para sus concentraciones. Pese al poco espacio, el flamante campo de béisbol posee unas características y entorno maravilloso. Custodiado por las Torres de Serrano, la instalación municipal se asoma en el antiguo cauce del río Turia donde, semana a semana, la magia del béisbol y el sófbol habita entre sus árboles. Y así lo explica.

¿Cómo se presenta en este nuevo ciclo al frente de la FBSCV?

Nos esperan cuatro años de mucho trabajo. Siempre es normal escuchar que necesitamos más terrenos de juego porque la realidad es que, con la cantidad de jugadores y jugadoras que tenemos, estamos muy apretados. De todos los clubes que tenemos en Valencia, solo está este campo y fuera de horario escolar la instalación de se llena de niños con todo lo que eso significa: muchas bolas volando y esquivando, se tienen que turnar o esperar para hacer algún ejercicio, etc. Desde la federación, vamos a luchar y trabajar por un sitio para descongestionar este campo.

Disponemos para ellos del mejor campo de España, en cuanto a ubicación ya que está en el centro de la ciudad. La experiencia para los equipos que vienen de fuera, ya se de España o de otro país, es fantástica. Desde aquí podemos ver las Torres de Serrano, por ejemplo. El impacto visual que tiene estar en el cauce del río Turia es un placer. 

¿Cuántos jugadores pueden llegar a reunirse en una tarde normalmente?

Aquí hay tardes en donde hay más de 70 u 80 niños. Una de las partes más importantes del béisbol y del sófbol es el bateo y esto sí que no se puede hacer a campo abierto al no disponer de todo el campo. El bateo es una de las mayores expresiones de nuestro deporte y en una acción que a muchos nos encanta realizar. Nos toca dividir el campo en seis zonas para poder acoger a los seis grupos.

Además de niños, aquí entrenan equipos que están compitiendo a nivel nacional, ¿no?

En la Comunidad Valenciana tenemos cuatro equipos en División de Honor, dos equipos de béisbol y dos de sófbol. El Antorcha, que está en béisbol y sófbol en la máxima categoría; el Fénix, que está en sófbol en DH; y el Astros que está en Béisbol en DH. Entre estos equipos compartimos el mismo campo y si bien es un orgullo tener a tantos equipos en División de Honor, sentimos cada vez más la necesidad de ampliarnos. 

¿Qué alternativas están valorando para buscar una solución a esta falta de espacio?

Aún no hemos empezado, pero estamos buscando huecos para agrandar este campo, también tenemos algo visto en Manises. El tema campo es importante pero otra de las prioridades también es hacernos visibles a través del streaming y que llegue a todos los clubes.

¿Cómo es la filosofía de este proyecto?

La idea del proyecto, tanto mía como de la junta directiva que vienen de la rama de la educación, es trasladar esa idea de la organización escolar a la federación, potenciando lo que más tenemos que son las escuelas y así poder sacar las máximas competiciones posibles. La idea es que ningún niño se quede sin jugar béisbol o sófbol por cualquier motivo y vamos a intentar potenciarlo organizándolo como de una forma similar a la metodología de trabajo escolar. 

Contamos en nuestra Junta Directiva con representantes de todas las modalidades. Además de contar con profesionales del sófbol y béisbol, contamos con tres personas de Fútbol Americano que hemos incluido en este proyecto.

Además de las competiciones, ¿qué otros eventos deportivos tenéis preparados para este año?

Este año, como federación, hemos optado para que se traigamos el Campeonato de España Sub-11 de Máquina de Lanzar. Es uno de los eventos más atractivos y dinámicos, ya que son partidos que tienen una duración de hora y media. Hace un par de años ya se han celebrado aquí. Para ellos, necesitamos tres campos para poder jugar y, después de tomar medidas, conseguimos que tengamos los tres gracias a la gentileza de los compañeros de rugby. Tener tres partidos de niños sub 11 jugándose en simultáneo es algo extraordinario para nuestro deporte. Además, tenemos un evento importantísimo en España para este año: la primera parte de la fase de grupos del Mundial de sófbol con la que contaremos con grandes equipos en la fase de grupos como Puerto Rico, Cuba, Países Bajos, España, Sudáfrica y también contaremos con el segundo de Asia, que seguramente sea Corea. Va a ser un evento espectacular a finales de julio con tres partidos al día de sófbol.  Se van a transformar todos los campos de béisbol para potenciar el deporte femenino que es tan necesario, vistoso y tan divertido. El sófbol, al jugarse en dimensiones más pequeñas, resulta más entretenido y activo que el béisbol. Hay muchas ganas y mucho trabajo por delante. Necesitamos mucha ayuda por parte de las instituciones que lo apoyan. Una visión para poder adaptar Valencia al mundo deportivo.

¿Cómo es la situación de los campos para practicar béisbol o sófbol en la Comunidad Valenciana?

En Gandía tenemos ahora mismo un campo que está en obras porque no lo han podido acabar y eso nos ha trastocado la liga provincial. Hay dos equipos que no han podido jugar la segunda vuelta y hemos tenido que trasladarlos aquí a Valencia, alterando las otras competiciones. En Castellón, en donde les ceden parte del campo de fútbol, juegan y entrenando de forma limitada de las categorías sub-11, sub-13, sub-15 y sub-18. Allí juegan los Criollos, un equipo local. Finalmente tenemos a Cheste, en el Complejo Educativo, que también está limitado en cuanto a tamaño porque no era un campo de béisbol, sino de rugby que lo han adaptado, por eso en cuanto al ancho se queda corto como el de Gandía.

¿Cómo valoras la situación actual de vuestro deporte?

En primer lugar, para nosotros es muy importante ver a los jóvenes que están aquí haciendo deporte. Valoro mucho que quieran invertir su tiempo libre en entrenar, en competir, en buscarse una rutina deportiva y un futuro. Para mí eso es espectacular. Existen dos puntos de inflexión: la llegada de gente sudamericana que viene con el béisbol en la sangre y lo tienen ya inculcado y se lo contagian a sus hijos. Para ellos es una religión venir aquí todos los fines de semana.  Eso lo hemos sabido aprovechar nosotros.

El otro punto de inflexión ha sido el covid, porque de repente los colegios dejaron de hacer actividades deportivas y los padres se pusieron a buscar deportes de poco contacto, al aire libre y en campos grandes. Con esas características hay muy pocos y para nosotros ha representado un subidón de muchos niños. El béisbol es deporte que engancha mucho. Si lo pruebas, si vienes a entrenar, es muy probable que sigas. Los que lo han probado en la pandemia han seguido. Tenemos una estructura de clubes que se ha establecido con los años y con entrenadores muy buenos que hacen que todo aquel que llegue se quiera quedar.